miércoles, 20 de abril de 2011

LA PREGUNTADORA - Por todos los Santos


Las procesiones no tienen porqué ser religiosas. El término es laico y habría que recuperarlo para todos los ciudadanos. Los ritos son importantes y los que celebren al ser humano deberían serlo tanto como los que celebran a algún dios. Sin embargo, “la procesión o manifestación laica”, que la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (Amal), entre otras, se proponía organizar este Jueves, está prohibida (de momento)  y no me extraña.
De todo ha habido sobre esta convocatoria: cartel falso anunciando las cofradías de “la Virgen del Mismísimo Coño” o la “Hermandad de la Santa Pedofilia”, supuesta invitación del evento al artista anticlerical Leo Bassi y referencias a iglesias quemadas y a propósitos de “hacer daño” en un programa de radio.
Lejos queda todo esto de aquella otra iniciativa de Amal: una campaña publicitaria para autobuses que paseó pacíficamente el lema “Probablemente Dios no existe” por Madrid, incluyendo la puerta del Arzobispado.
En esta ocasión, Amal no ha conseguido hacerse escuchar por el ruido de los incendiarios que se le han adosado. Luis Vega, su presidente, asegura que nada tienen que ver con lo mencionado y que expulsó a “Ateos en lucha”, antes de que su portavoz provocara, con sus declaraciones en un programa de radio, la querella contra todos los que estuvieron presentes, incluido el locutor, acusados hasta de genocidio. Y es que la izquierda, como es más libre, es más creativa y destructiva saliéndose del tiesto y la derecha, más gregaria, tiende a utilizar más y mejor -para ellos- los juzgados.

lunes, 11 de abril de 2011

LA PREGUNTADORA- El chico normal de Sostres


Hoy, cinco días después de que al provocador Salvador Sostres, le retirase por primera vez un artículo su jefe Pedro J. Ramírez, ya se habrá dicho todo sobre lo censurable de su escrito. Yo pretendo lo contrario.
El texto defendía que el chico rumano que estranguló a su novia embarazada, al enterarse de que ella iba a dejarle y de que el bebé que esperaba no era suyo, “no es un monstruo. Es un chico normal que se rompió por donde todos podríamos rompernos”.
Pedro J, se disculpó alegando que los mecanismos de control del periódico fallaron y que esta pieza se les coló a su pesar; cosa que, fuera como fuese, agradezco.  Porque Sostres en su alegato a favor de la locura transitoria, describe claramente la mentalidad de los que son proclives, lo sepan o no, a la violencia de género. Los que, en su fuero interno, equiparan el abandono o la infidelidad con la violencia marcan las premisas del silogismo que concluye que violencia con violencia se paga. Es decir, que los que piensan como él, aunque no lo crean, son maltratadotes en potencia  y su discurso, como a Pedro J.,  a muchos se les cuela.
Así que agradezco esta jugada del destino porque aclara el motivo por el que aquí mueren tantas mujeres así cada año. El dolor del verdugo es real  -las mujeres lo conocemos bien (llevamos siglos soportando infidelidades y traiciones varias)- y es el detonante de estas tragedias, lo que demuestra que estos crímenes no son más que venganzas. La gran asignatura pendiente del siglo XXI es aprender a gestionar las frustraciones sin revanchas.